La Asociación Insular de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote (ASOLAN) ha expresado su tajante oposición a la implantación del impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras que vuelve a retomar el Ayuntamiento de Tías, al entender que la medida viene a empeorar aún más la situación económica, poniendo en peligro proyectos de inversión y obras.
A nadie se le escapa la situación de enorme dificultad que atraviesa actualmente el sector turístico, con un año 2020 perdido y un 2021 incierto, ante una pandemia con restricciones anti Covid-19 implementadas a nivel nacional, regional e insular, así como de nuestros principales mercados de emisión turística, y un cierre de una gran parte de establecimientos ante la drástica caída turística sin fecha prevista de apertura.
Es por ello que “no se entiende ni se comprende” que, en un marco en el que las principales Administraciones, al menos a nivel de declaración de intenciones, intenten aligerar la carga tributaria de los administrados, el Ayuntamiento de Tías pretenda incrementar la carga tributaria mediante la imposición del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) en el peor año de crisis económica y social.
“Esta medida que está adoptando Tías es totalmente contraria a las recomendaciones de los expertos para afrontar esta crisis económica, sin duda, esta decisión asfixiará más la economía insular. Es evidente y palmario que el Ayuntamiento de Tías va a contracorriente en cuanto a la batería de medidas que se persigue desde los distintos niveles de gobierno para mitigar los efectos de la crisis del coronavirus”, ha criticado la patronal.
Desde ASOLAN han advertido que hay actuaciones tanto en el III Plan de Modernización como fuera del plan que se podrían verse comprometidas por el impacto de este impuesto de manera sorpresiva, por lo que han solicitado su aplazamiento durante al menos un año.
“Muchos establecimientos turísticos ya han previsto realizar obras de mejora justamente en estos meses de cierre por la ausencia de turistas, y ahora se encontrarán con este nuevo coste, por lo que si el Ayuntamiento no desiste se correrá el riesgo de perder muchas obras, afectando directamente al sector de la construcción, único sector que en estos momentos puede generar empleo y actividad económica”, recuerdan desde la patronal hotelera.
El incremento de las cargas tributarias al turismo dentro del contexto de la crisis provocada por el COVID-19, supone además una grave contradicción en cuanto al contexto de medidas implementadas de apoyo al sector. Aunque las medidas son insuficientes, lo que se persigue es minorar la carga impositiva para facilitar la supervivencia y la pérdida de tejido empresarial, y en consecuencia favorecer el mantenimiento del empleo.
La patronal hotelera ha presentado alegaciones a la aplicación de este tributo, a fin de evitar su inmediatez y retrasar un año su implantación prevista.