Numerosas empresas turísticas del Archipiélago, ahogadas ante la presión fiscal que genera que los ayuntamientos les sigan cobrando tributos por servicios que no se prestan desde hace ya un año.
‘¡Vengo a cobrar!’ es la primera iniciativa que se despliega en el seno de #SalvemoselTURISMOcanario, impulsada por todas las patronales turísticas del Archipiélago: Ashotel, FEHT, Asofuer y FTL. La campaña está dirigida a generar conciencia en la mayoría de los ayuntamientos canarios que, a pesar de la crítica situación que atraviesa el sector turístico en Canarias, continúan cobrando las mismas tasas e impuestos que en un escenario previo a esta dura crisis provocada por la pandemia de COVID-19.
La campaña ‘¡Vengo a cobrar!’ es fruto de esa desesperación y oídos sordos de determinadas administraciones, en un escenario de crisis sin precedentes en que la sociedad y las empresas han hecho un enorme sacrificio. Las patronales turísticas se preguntan por qué en un momento tan dramático para el turismo, con tantos puestos de trabajo y empresas en juego −el turismo genera en Canarias 340.000 puestos de trabajo directos e indirectos−, se les siguen cobrando por servicios que no prestan actualmente, dada la situación que mantiene a muchos establecimientos y negocios turísticos cerrados.
Por ejemplo, tasas de ámbito local como la de residuos, en un momento en que muchos negocios están cerrados y, por ende, no generan basura, se siguen cobrando en el mismo porcentaje que antes de la crisis. Las patronales se han dirigido desde hace meses a todos los ayuntamientos en los que tienen asociados con resultado dispar: muy pocos han movido ficha y han aplicado para 2020 en algunos casos y para este 2021, en otros, bonificaciones, pero la inmensa mayoría no lo ha hecho.
En apenas 10 días se cumplirá un año del cierre por decreto de los establecimientos hoteleros y extrahoteleros en todo el país, así como otros muchos negocios turísticos, doce meses en los que muchos no han vuelto a abrir, pero siguen teniendo la misma presión fiscal con cero ingresos, una situación que se ha vuelto insostenible.